Las lecciones de productividad del Mundial Qatar 2022

El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, a través de Colombia Productiva, brindan servicios especializados para elevar la productividad de las mipymes.

Bogotá, 13 de diciembre de 2022. Los partidos del Mundial de Fútbol -en particular los de Qatar 2022- pueden ser muy beneficiosos para entender la importancia de la productividad en los procesos internos en las compañías. La razón es sencilla: cada partido nos deja múltiples lecciones empresariales de las cuales podemos aprender.

Desde que comenzó el mundial, la meta de cada uno de los 32 equipos clasificados era clara: ganar la competencia. Este propósito superior también es aplicable a las mipymes y a las grandes empresas: su meta es conquistar en los negocios en los que están enfocados. Cada partido es un negocio, por eso tanto las selecciones de fútbol como las compañías deben prepararse bien para cada encuentro, revisar y atender diversos indicadores que les permitan aumentar su productividad, calidad y sofisticación, y los haga competitivos en sus entornos. Esa es la clave para ganar.

Pero ¿cuáles son los temas fundamentales que en el campo y en la empresa deben tener en cuenta los competidores para asegurar el triunfo? Aquí les contamos algunos.

Goles y ventas

Uno de los primeros puntos en común entre estos dos mundos es la necesidad de obtener resultados. Ya sean goles o nuevas ventas. Para llegar a ese objetivo, debemos pensar en la noción básica de productividad, es decir, tener los mejores resultados con los recursos disponibles.

Qatar nos ha dejado varios y muy buenos ejemplos. Selecciones con alta posesión del balón perdieron contra equipos que jugaron menos, pero que fueron más efectivos. Arabia Saudita sorprendió a Argentina, pues con una posesión de apenas 30 % y tan solo tres tiros al arco, anotó dos goles y ganó. Sin duda, el equipo saudí fue más productivo. También lo vimos en la eliminación de España, pues su rival, Marruecos, ganó con apenas una posesión de la pelota del 17 %.

Un buen técnico y gerente

Para alcanzar esos niveles de productividad que nos permitan ser competitivos, lo primero que una empresa y, en este caso, los equipos mundialistas deberían revisar es su gerencia. Un buen líder empresarial evaluará cuáles son los recursos con los que cuenta y cómo los puede utilizar según las necesidades y las metas establecidas. El capital humano y los resultados esperado de equipos como Francia, Brasil o Argentina son distintos a los de otras selecciones con menos recursos y menos potencial.  

La buena gerencia debe planear y ejecutar una correcta estrategia. Si esta no existe y no es clara para todos los miembros del equipo, los resultados no van a llegar. Un buen ejemplo de esto en el mundial de Qatar lo dio Alemania, una selección campeona en mundiales pasados, que ha tenido problemas para gestionar a los jugadores más jóvenes y le ha costado encontrar su modo de juego, su estrategia. En cambio, otros equipos con menos “figuras” han tenido mejores resultados: es el caso de Corea del Sur y Japón, que priorizaron el orden táctico en sus partidos. 

Los jugadores y los empleados

Tener buenos colaboradores (jugadores y empleados) que desempeñen su trabajo correctamente, optimicen los recursos y mejoren su rendimiento con el tiempo se traduce en buenos resultados. Para mejorar la productividad laboral las compañías pueden ajustar factores como la cultura organizacional, la asignación de funciones y la distribución de cargas. En Qatar, esa productividad laboral la observamos en varios indicadores.

Uno de ellos es el de los pases efectivos, como aporte individual en la construcción del gol. O de las ventas. Según el balance de este Mundial, el español Rodri registró 638 pases correctos y menos de 40 pases errados. Este es un buen rendimiento. Las recuperaciones de balón nos hablan también de la capacidad de los futbolistas para corregir procesos errados y alinear de nuevo la estrategia que ya hemos planteado. Un esquema similar, aplicado al mundo empresarial, permite garantizar los resultados planeados.

Las faltas y los problemas de calidad

La calidad es la base de la productividad y también un elemento común entre la industria y el deporte mundialista. Podemos evidenciar la ausencia de calidad en los disparos errados a la portería: nuestra meta, nuestro gol, es aumentar las ventas. Pero sin conocimiento de nuestro mercado y de nuestros clientes, vamos a gastar recursos y tiempo valioso, que nos generarán problemas.

El exceso de faltas y tarjetas es otra muestra de cómo la baja calidad afectará nuestra competitividad, pues reducirá el rendimiento nuestro juego (nuestra operación), el tiempo de los procesos será mayor y consumiremos un alto número de recursos que no darán los resultados esperados. Las faltas son productos no conformes y debemos tomar acciones para que este número sea bajo.

El efecto de no tener estándares de calidad, hacia afuera, es negativo y nos resta competitividad. En Qatar, uno de los cupos para los octavos de final se definió por el número de tarjetas amarillas: Polonia tuvo menos amonestaciones que México, por lo cual, ante dos productos similares (los puntos por goles eran los mismos), tuvo éxito el equipo con mejor calidad.

Logística y cómo llegar al cliente

Por supuesto, debemos llegar al gol y entregar exitosamente nuestro producto. Para eso necesitamos tener una logística que nos garantice llegar a nuestros clientes. Cada partido en el mundial ha contado con una logística distinta: tener muchos pases antes de buscar el arco, transiciones rápidas o goles con balón detenido han sido algunas. Argentina superó un récord propio al realizar 28 pases antes de marcar un gol, hecho que cumplió en su encuentro ante Polonia.

Esa fue una cadena de distribución bastante larga. Pero cada caso es distinto y debemos estar preparados a garantizar cada parte de nuestra logística. En particular, la entrega a nuestros consumidores es un momento sensible en nuestra operación.

En el fútbol, las asistencias serán ese último pase antes de cerrar nuestro negocio y debe ser lo más preciso para que llegue a nuestros delanteros. Es necesario mirar la ubicación de la portería, tener definidores que no fallen nuestro gol y hacer el seguimiento que sea necesario, en caso de rebotes o devoluciones.

Y si algo nos gusta de los mundiales es el despliegue de talento de los jugadores, quienes le dan sofisticación a sus movimientos, agregan valor por su dominio de balón, hacen gala de su destreza y, como consecuencia, tienen un juego más competitivo, que se destaca frente a otros equipos.

La sostenibilidad

Durante todo este proceso no podemos olvidar la sostenibilidad y eficiencia de nuestros recursos. En el mundo empresarial es fundamental encontrar un equilibrio en el consumo de energía para reducir costos de producción, lo que se traduce en mayor rentabilidad.

Cada técnico en la cancha, como cada buen gerente en la empresa, debe evaluar el estado físico de sus jugadores para saber cuándo es adecuado hacer los cambios que garanticen el desempeño del equipo. O cuándo es necesario ahorrar algunos recursos para el futuro.

Entre tanto, la sostenibilidad nos ha dejado señales más contundentes: jugadores y aficionados de Japón dejan limpios sus espacios, recogen sus desperdicios y aportan algo para compensar el uso que le dieron al estadio. Debemos apostar a conformar selecciones empresariales conscientes de la importancia de reducir el impacto de sus operaciones.

Un mundial para ganar

Las mipymes y las empresas del país se juegan su propio mundial todos los días. Por eso, desde el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, a través de Colombia Productiva, ayudamos las compañías a ser más productivas, más rentables y a crear una oferta comercial competitiva.

Con proyectos y programas especializados, brindamos asistencia técnica, cofinanciación y formación para garantizar un tejido empresarial sostenible, que contribuya al desarrollo social y al crecimiento económico.

El ministro de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña Mendoza, asegura que “para diversificar el aparato productivo nacional necesitamos que las micro, pequeñas y medianas empresas sean cada vez más sostenibles, eficientes y con una oferta comercial competitiva. Hoy, 60 % de las exportaciones del país son bienes industriales, pero queremos que más empresas y más sectores lleven sus productos a nuevos mercados. Esto les permitirá aportar al desarrollo regional, a la generación de empleo, a la igualdad y a la calidad de vida de los ciudadanos. Desde este Ministerio contamos con servicios al acceso de todos los empresarios para ayudarlas a mejorar su productividad”.

Para el gerente general de Colombia Productiva, Aurelio Mejía, “el 65 % de los incrementos de productividad en las empresas depende de acciones que se hayan en su interior. Al igual que los equipos de fútbol, las empresas deben tener clara su estrategia, gerentes que hagan el mejor uso de su talento humano, planes de sostenibilidad y de eficiencia energética, y procesos con mejores estándares de calidad. Por esto, desde Colombia Productiva brindamos asistencia técnica, formación y cofinanciación para ayudar a las mipymes a ser más competitivas, para que puedan ganar sus propios partidos y llegar a más mercados”.

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