• 21 junio de 2018

Reducir costos en la producción para trasladarlos al costo final de sus productos y responder a los retos de sostenibilidad que plantea el cambio climático, entre otros aspectos, llevaron a Coltejer —una de las textileras más tradicionales del país— a trabajar con el Programa de Transformación Productiva (PTP) en un proyecto de eficiencia energética, según explica Santiago Uribe, gerente de Ingeniería y Servicios Técnicos de la compañía.

“Encontramos que, tanto en los procesos de transformación como en el área de servicios, tenemos una gran oportunidad de ahorrar dinero y de reducir costos a través de programas de eficiencia energética; reducción que podemos trasladar a nuestros consumidores”, explica Uribe.

“Para Coltejer, el costo por consumo de energía —generación de aire comprimido y vapor por medio de una caldera de carbón— representa un 15% del costo final del producto, pero con el proyecto de eficiencia energética del PTP logramos ahorros entre el 3% y el 5%”, agrega el gerente.

¿Cómo lograrlo? Fueron varias las acciones que Coltejer puso en marcha con el apoyo del PTP. La primera fue encontrar los procesos en los que tenían oportunidad de hacer más eficiente el consumo de energía. Por ejemplo, identificaron que algunos equipos en el área de transformación de hilos consumían energía en exceso o que algunos de los motores que funcionan con aire comprimido generado por la caldera no estaban al tope de su capacidad.

También, encontraron que podían mejorar la eficiencia de la caldera para usar menos toneladas de carbón y generar la misma cantidad de aire comprimido para el funcionamiento de sus equipos.

A fin de solucionar estas falencias, con el PTP comenzaron a trabajar en la mejora de las máquinas de transformación de hilo y en la modernización de sus motores, con lo que optimizaron la eficiencia en el consumo de energía y esto desencadenó en mejoras en los procesos de transformación de hilo y en la reducción de costos del producto final.

“El impacto del proyecto ha sido muy bueno. El dinero que nos hemos ahorrado nos permite ser más competitivos y seguir expandiéndonos a mercados a los que no habíamos podido entrar por razón de precio. Además, producimos más kilos de hilo y más kilos de tela, pero a un menor costo”, concluye Uribe al agregar que, con las mejoras en la caldera que funciona con carbón, también han reducido sus emisiones de gases de efecto invernadero y han hecho a la empresa más sostenible.

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